Betula pendula es una instalación efímera que se realizó en la Torres Hedjuk , en la Ciudad de la Cultura en Santiago Compostela en 2018.
A través de ella, se reflexiona sobre el drama que suponen los incendios forestales que afectan frecuentemente a Galicia.
Galicia es una de las regiones de Europa con mayores masas forestales, factor que condiciona la belleza e identidad de su paisaje y supone una importante fuente de riqueza pero, cada año con la llegada del verano se producen fuertes olas de incendios que arrasan grandes superficies de bosques sin que nadie sea capaz de entender e invertir esta fatal situación.
La intervención Betula Pendula consistía en relacionar el carácter dual que presentan las Torres Hedjuk, (torre de vidrio-torre de piedra), como marco para reflexionar sobre la potencialidad/belleza de los bosques y su fragilidad/destrucción que significa el fuego, una contraposición vida/muerte.
De alguna forma la intervención explora la idea de invertir o dar la vuelta, tal como sucede en las Torres Hedjuk, ya que el volumen del espacio que hay entre las dos torres es idéntico al perfil de una de las torres pero invertido. Esta instalación destacaba como la gestión de los bosques puede transformar un enorme potencial de riqueza en un problema ambiental muy importante.
Torre de cristal: En la torre de cristal se crea un bosque invertido, colgando árboles con las copas hacia abajo desde la cubierta. En el suelo se colocó un gran espejo que trasladaba al visitante la sensación de caminar sobre las copas. Los árboles fueron colocados en marzo, por lo que la brotación tuvo lugar durante la instalación, dando lugar a una creación muy dinámica en la que se puede observar la evolución de los árboles desde esta perspectiva tan original.
En la torre de piedra se realizó una intervención con árboles quemadas que fueron recogidas de bosques incendiados en ese año en los bosques de Galicia. Igual que en la Torre de Cristal se colgaron invertidas a modo de escultura. Asimismo, aprovechando la ausencia de luz se realizó una instalación de iluminación que proyectaba sombras sobre las paredes transmitiendo oscuridad y tristeza.